martes, 11 de diciembre de 2007

LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE (Thiago de Melo)

Thiago de Melo. Poeta Brasileño.
Artículo 1

Queda decretado que ahora vale la vida, que ahora vale la verdad, y que de manos dadas trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo 2

Queda decretado que todos los días de la semana, inclusive los martes más grises, tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo 3

Queda decretado que, a partir de este instante, habrá girasoles en todas las ventanas, que los girasoles tendrán derecho a abrirse dentro de la sombra; y que las ventanas deben permanecer el día entero abiertas para el verde donde crece la esperanza.

Artículo 4

Queda decretado que el hombre no precisará nunca más dudar del hombre. Que el hombre confiará en el hombre como la palmera confía en el viento, como el viento confía en el aire, como el aire confía en el campo azul del cielo.

Parágrafo:El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño.

Artículo 5

Queda decretado que los hombres están libres del yugo de la mentira. Nunca más será preciso usar la coraza del silencio ni la armadura de las palabras. El hombre se sentará a la mesa con la mirada limpia, porque la verdad pasará a ser servida antes del postre.

Artículo 6

Queda establecida, durante diez siglos, la práctica soñada del profeta Isaías, el lobo y el cordero pastarán juntos y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a aurora.

Artículo 7

Por decreto irrevocable queda establecido el reinado permanente de la justicia y de la claridad. Y la alegría será una bandera generosa para siempre enarbolada en el alma del pueblo.

Artículo 8

Queda decretado que el mayor dolor siempre fue y será siempre no poder dar amor a quien se ama, sabiendo que es el agua quien da a la planta el milagro de la flor.

Artículo 9

Queda permitido que el pan de cada día tenga en el hombre la señal de su sudor. Pero; que sobre todo tenga siempre el caliente sabor de la ternura.

Artículo 10

Queda permitido a cualquier persona a cualquier hora de la vida el uso del traje blanco.

Artículo 11

Queda decretado, por definición, que el hombre es un animal que ama, y que por eso es bello, mucho más bello que la estrella de la mañana.

Artículo 12

Decrétase que nada estará obligado ni prohibido. Todo será permitido. Inclusive jugar con los rinocerontes, y caminar por las tardes con una inmensa begonia en la solapa.

Parágrafo:Sólo una cosa queda prohibida: amar sin amor.

Artículo 13

Queda decretado que el dinero no podrá nunca más comprar el sol de las mañanas venideras. Expulsado del gran baúl del miedo, el dinero se transformará en una espada fraternal, para defender el derecho de cantar y la fiesta del día que llegó.


Artículo Final

Queda prohibido el uso de la palabra libertad, la cual será suprimida de los diccionarios y del pantano engañoso de las bocas. A partir de este instante, la libertad será algo vivo y transparente, como un fuego o un río, o como la semilla del trigo y su morada será siempre el corazón del hombre.


Traducción: Pablo Neruda

miércoles, 7 de noviembre de 2007

LA SOLEDAD DE AMERICA LATINA

Gabriel García Márquez
[Discurso de aceptación del Premio Nobel 1982 -Texto completo]

Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación.


Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.

Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonios más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.

La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general García Moreno gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas.

Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes violentas en cuatro años.

De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega.

Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes.

No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo.

América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental.

No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.

Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.

Un día como el de hoy, mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: "Me niego a admitir el fin del hombre". No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.

Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.

Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.

En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias.

FIN

POETAS ANTIIMPERIALISTAS DE AMERICA LATINA

Se vincula esa pagina web a nuestro rincón poético, a partir del día de hoy.

http://poetas.com/

Alejandra Ziebrecht

No comeré de mi enemigo

No comeré de mi enemigo
sino aquello que nos hermana

(Descolgamos el viejo látigo
de la misma oscura celda)

Para los húmedos fragmentos del corazón
la muerte dispone su mesa


"Nuestra América Latina"

Nestor Danilo Otero, joven poeta salvadoreño, nacido en 1978

Suena constante un tambor,
es el corazón de una raza mestiza.

Cantan naciones en una sola voz,
es la sangre que fluye
desde México hasta la Argentina
con las mismas esperanzas,
con los mismos sueños,
de la nación que un día soñó Simón Bolivar.

Viva el espiritu unionista de América Latina!
Viva la libertad de nuestros paises!
Porque no puede ser extranjero: el hermano
que vive en un país hermano,
que nació bajo las mismas circunstancias e historia.

Viva el espiritu unionista de América Latina!

Sé que Llora nuestra tierra.

Viva la libertad de nuestros paises!

Soñemos un mejor tiempo:
Con una mesa llena de sol y prosperidad.

Suena constante un tambor ,
es el corazón de nuestra raza mestiza.

Viva Nuestra América Latina!

Néstor Danilo Otero
(Salvadoreño)

viernes, 19 de octubre de 2007

Un cuento de Angeles Mastretta. (Tomado de "Mujeres de ojos grandes")


La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota.

Lo había visto llegar una mañana, caminando con los hombros erguidos sobre un paso sereno y había pensado: "Este hombre se cree Dios".

Pero al rato de oírlo decir historias sobre mundos desconocidos y pasiones extrañas, se enamoró de él y de sus brazos como si desde niña no hablara latín, no supiera lógica, ni hubiera sorprendido a media ciudad copiando los juegos de Góngora y Sor Juana como quien responde a una canción en el recreo.


Era tan sabia que ningún hombre quería meterse con ella, por más que tuviera los ojos de miel y una boca brillante, por más que su cuerpo acariciara la imaginación despertando las ganas de mirarlo desnudo, por más que fuera hermosa como la virgen del Rosario.

Daba temor quererla porque algo había en su inteligencia que sugería siempre un desprecio por el sexo opuesto y sus confusiones.


Pero aquel hombre que no sabía nada de ella y sus libros, se le acercó como a cualquiera.

Entonces la tía Daniela lo dotó de una inteligencia deslumbrante, una virtud de ángel y un talento de artista. Su cabeza lo miró de tantos modos que en doce días creyó conocer a cien hombres.


Lo quiso convencida de que Dios puede andar entre mortales, entregada hasta las uñas a los deseos y las ocurrencias de un tipo que nunca llegó para quedarse y jamás entendió uno solo de todos los poemas que Daniela quiso leerle para explicar su amor.


Un día, así como había llegado, se fue sin despedir siquiera. Y no hubo entonces en la redonda inteligencia de la tía Daniela un solo atisbo de entender qué había pasado.


Hipnotizada por un dolor sin nombre ni destino se volvió la más tonta de las tontas. Perderlo fue una larga pena como el insomnio, una vejez de siglos, el infierno.


Por unos días de luz, por un indicio, por los ojos de hierro y súplica que le prestó una noche, la tía Daniela enterró las ganas de estar viva y fue perdiendo el brillo de la piel, la fuerza de las piernas, la intensidad de la frente y las entrañas.


Se quedó casi ciega en tres meses, una joroba le creció en la espalda, y algo le sucedió a su termostato que a pesar de andar hasta en el rayo del sol con abrigo y calcetines, tiritaba de frío como si viviera en el centro mismo del invierno.

La sacaban al aire como a un canario. Cerca le ponían fruta y galletas para que picoteara, pero su madre se llevaba las cosas intactas mientras ella seguía muda a pesar de los esfuerzos que todo el mundo hacía por distraerla.


Al principio la invitaban a la calle para ver si mirando las palomas o viendo ir y venir a la gente, algo de ella volvía a dar muestras de apego a la vida. Trataron todo. Su madre se la llevó de viaje a España y la hizo entrar y salir de todos los tablados sevillanos sin obtener de ella más que una lágrima la noche que el cantador estuvo alegre.

A la mañana siguiente le puso un telegrama a su marido diciendo: "Empieza a mejorar, ha llorado un segundo". Se había vuelto un árbol seco, iba para donde la llevaran y en cuanto podía se dejaba caer en la cama como si hubiera trabajado veinticuatro horas recogiendo algodón.

Por fin las fuerzas no le alcanzaron más que para echarse en una silla y decirle a su madre: "Te lo ruego, vámonos a casa".


Cuando volvieron, la tía Daniela apenas podía caminar y desde entonces no quiso levantarse. Tampoco quería bañarse, ni peinarse, ni hacer pipí. Una mañana no pudo siquiera abrir los ojos.


-¡Está muerta! - oyó decir a su alrededor y no encontró las fuerzas para negarlo.


Alguien le sugirió a su madre que ese comportamiento era un chantaje, un modo de vengarse en los otros, una pose de niña consentida que si de repente perdiera la tranquilidad de la casa y la comida segura, se las arreglaría para mejorar de un día para el otro.

Su madre hizo el esfuerzo de abandonarla en el quicio de la puerta de la Catedral.


La dejaron ahí una noche con la esperanza de verla regresar al día siguiente, hambrienta y furiosa, como había sido alguna vez. A la tercera noche la recogieron de la puerta de la Catedral con pulmonía y la llevaron al hospital entre lágrimas de toda la familia.


Ahí fue a visitarla su amiga Elidé, una joven de piel brillante que hablaba sin tregua y que decía saber las curas del mal de amores. Pidió que la dejaran hacerse cargo del alma y del estómago de aquella náufraga. Era una creatura alegre y ávida.

La oyeron opinar. Según ella el error en el tratamiento de su inteligente amiga estaba en los consejos de que olvidara.

Olvidar era un asunto imposible. Lo que había que hacer era encauzarle los recuerdos, para que no la mataran, para que la obligaran a seguir viva.


Los padres oyeron hablar a la muchacha con la misma indiferencia que ya les provocaba cualquier intento de curar a su hija. Daban por hecho que no serviría de nada y sin embargo lo autorizaban como si no hubieran perdido la esperanza que ya habían perdido.


Las pusieron a dormir en el mismo cuarto. Siempre que alguien pasaba frente a la puerta oía a la incansable voz de Elidé hablando del asunto con la misma obstinación con que un médico vigila a un moribundo. No se callaba. No le daba tregua. Un día y otro, una semana y otra.


-¿Cómo dices que eran sus manos? - preguntaba. Si la tía Daniela no le contestaba, Elidé volvía por otro lado.

-¿Tenía los ojos verdes? ¿Cafés? ¿Grandes?
-Chicos - le contestó la tía Daniela hablando por primera vez en treinta días.
-¿Chicos y turbios?- preguntó la tía Elidé.
- Chicos y fieros - contestó la tía Daniela y volvió a callarse otro mes.
- Seguro que era Leo. Así son los de Leo - decía su amiga sacando un libro de horóscopos para leerle. Decía todos los horrores que pueden caber en un Leo. - De remate, son mentirosos. Pero no tienes que dejarte, tú eres de Tauro. Son fuertes las mujeres de Tauro.
- Mentiras sí que dijo - le contestó Daniela una tarde.
-¿Cuáles? No se te vayan a olvidar. Porque el mundo no es tan grande como para que no demos con él, y entonces le vas a recordar sus palabras. Una por una, las que oíste y las que te hizo decir.
-No quiero humillarme.
-El humillado va a ser él. Si no todo es tan fácil como sembrar palabras y largarse.
-Me iluminaron -defendió la tía Daniela.
- Se te nota iluminada - decía su amiga cuando llegaban a puntos así.
Al tercer mes de hablar y hablar la hizo comer como Dios manda. Ni siquiera se dio cuenta cómo fue. La llevó a una caminata por el jardín. Cargaba una cesta con fruta, queso, pan, mantequilla y té. Extendió un mantel sobre el pasto, sacó las cosas y siguió hablando mientras empezaba a comer sin ofrecerle.
- Le gustaban las uvas - dijo la enferma.
- Entiendo que lo extrañes.
Sí - dijo la enferma acercándose un racimo de uvas -. Besaba regio. Y tenía suave la piel de los hombros y la cintura.
-¿Cómo tenía? Ya sabes - dijo la amiga como si supiera siempre lo que la torturaba.
- No te lo voy a decir - contestó riéndose por primera vez en meses. Luego comió queso y té, pan y mantequilla.
- ¿Rico? - le preguntó Elidé.
- Sí - le contestó la enferma empezando a ser ella.
Una noche bajaron a cenar. La tía Daniela con un vestido nuevo y el pelo brillante y limpio, libre por fin de la trenza polvorosa que no se había peinado en mucho tiempo.
Veinte días después ella y su amiga habían repasado los recuerdos de arriba para abajo hasta convertirlos en trivia. Todo lo que había tratado de olvidar la tía Daniela forzándose a no pensarlo, se le volvió indigno de recuerdo después de repetirlo muchas veces. Castigó su buen juicio oyéndose contar una tras otra las ciento veinte mil tonterías que la había hecho feliz y desgraciada.
- Ya no quiero ni vengarme - le dijo una mañana a Elidé -. Estoy aburridísima del tema.
- ¿Cómo? No te pongas inteligente - dijo Elidé-. Éste ha sido todo el tiempo un asunto de razón menguada. ¿Lo vas convertir en algo lúcido? No lo eches a perder. Nos falta lo mejor. Nos falta buscar al hombre en Europa y África, en Sudamérica y la India, nos falta
encontrarlo y hacer un escándalo que justifique nuestros viajes. Nos falta conocer la galería Pitti, ver Florencia, enamorarnos en Venecia, echar una moneda en la fuente de Trevi. ¿Nos vamos a perseguir a ese hombre que te enamoró como a una imbécil y luego se fue?

Habían planeado viajar por el mundo en busca del culpable y eso de que la venganza ya no fuera trascendente en la cura de su amiga tenía devastada a Elidé. Iban a perderse la India y Marruecos, Bolivia y el Congo, Viena y sobre todo Italia. Nunca pensó que podría convertirla en un ser racional después de haberla visto paralizada y casi loca hacía cuatro meses.

- Tenemos que ir a buscarlo. No te vuelvas inteligente antes de tiempo - le decía.

- Llegó ayer - le contestó la tía Daniela un mediodía.
- ¿Cómo sabes?
- Lo vi. Tocó en el balcón como antes.
- ¿Y qué sentiste?
- Nada.
-¿Y qué te dijo?
- Todo.
- ¿Y qué le contestaste?
- Cerré.
-¿Y ahora? - preguntó la terapista.
- Ahora sí nos vamos a Italia: los ausentes siempre se equivocan.
Y se fueron a Italia por la voz del Dante: "Piovverà dentro a l'alta fantasía."

"Cuando un hombre que está vivo te hace llorar, hay que dejarlo. Sólo se llora por los amantes muertos".

Clara Obligado


martes, 16 de octubre de 2007

Mario Benedetti (Uruguay)


SI DIOS FUERA UNA MUJER

¿Y si Dios fuera una mujer?
Juan Gelman


¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse

Vaya vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas

tal vez nos acercáramos a su divina
desnudez
para besar sus pies no de bronce
su pubis no de piedra
sus pechos no de mármol
sus labios no de yeso

si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos sida o pánico
nos contagiaría su inmortalidad

si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos
sino que nos aguardaría en el zaguán del
infierno
con sus brazos no cerrados
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles

ay Dios mío Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería
qué venturosa espléndida imposible
prodigiosa blasfemia

jueves, 11 de octubre de 2007

Nicolás Guillén (Cuba)


PROBLEMAS DEL SUBDESARROLLO

Monsieur Dupont te llama inculto,porque ignoras cuál era el nieto preferido de Víctor Hugo.
Herr Müller se ha puesto a gritar,porque no sabes el día exacto en que murió Bismark.
Tu amigo Mr. Smith,inglés o yanqui, yo no lo sé,se subleva cuando escribes shell.
¡Parece que ahorras una ele,y que además pronuncias chel!
Bueno ¿y qué?
Cuando te toque a ti,mándales decir cacarajícaray
Que donde está el Aconcagua,
y que quién era Sucre,y que en qué lugar de este planeta murió Martí.
Un favor:que te hablen siempre en español.


jueves, 27 de septiembre de 2007

Vicente Huidobro (Chile).


La poesía es un atentado celeste

Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que han esperado muchos años

Se cansaron de esperarme y se sentaron

Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco

Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas

Me estoy haciendo árbol
Cuántas veces me he ido convirtiendo en otras cosas...
Es doloroso y lleno de ternura

Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio. Esperar en silencio.

lunes, 13 de agosto de 2007

Discurso de Guaicaipuro Cuatemoc ante los Jefes de Estado de Europa


"Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatémoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años.

Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.

El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo.

También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.
Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1.503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Guaicaipuro Cuatémoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan "Marshalltezuma", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos:

¿han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?

Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestros hermanos europeos la viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo.

Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta tierra.

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica.

Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota tal que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales.

En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al Poeta.

Pero no podrán.

Porque esa bala es el corazón de Europa."

Luis Britto Garcia (2002)

lunes, 4 de junio de 2007

PARA QUE MI HIJA NO SEA TU SIRVIENTA (original Yurlen Rondon)


¿Un diálogo? Debería ser, más bien, un debate. Dos discursos políticos en nuestra América.
¿Un debate?No.... Más bien un monólogo.
¿El monólogo de Quién?
Del que siempre logra hacerse visible. ¿La visibilidad de Quién? Del que dice
poseer La Razón y los medios para difundirla.
¿La Razón de Quién?
Del que dice defender La Libertad
¿La Libertad de Quién?
Del que dice tener la sabiduría para dirigir la Civilización.
¿La Civilización de Quién ? La civilización que se considera a sí misma
éticamente superior a la barbarie.¿La barbarie de Quién?De ese ser peligroso que hay que someter.




Dices que una de las formas más insidiosas de racismo en América Latina es negar la existencia del mismo.
Que esa negación lleva ya 5 siglos.Pero, vale, ¿Cuál racismo? ¡Acaso este no es el país del café con leche, ah!Y dices, en ese lenguaje zurdito tuyo tan demodé, tan pasado de moda, que en las mayorías excluidas se está fortaleciendo “el nivel de consciencia política y social”.

Y dices que las oligarquías de nuestros países pretenden comparar las reivindicaciones de esas mayorías con los nazis, cuando los únicos nazis que hemos conocido han sido, precisamente, nuestras élites iluminadas y sabias.

Ja,ja,ja, no me hagas reir….¿El 23 de Enero, Petare, Antímano, ghettos? ¿Y quién les prohibió salir de ahí?

¡La locura tuya total! Me asustas. ¿Nazis nuestros demócratas, nuestros sabios?¡Comunista! ¡Quieres lavarme el cerebro!

Y dices que, a pesar del esfuerzo mediático políticamente correcto, los signos del lenguaje racista permanecen, sutiles e intactos.

Que nuestras elites oligárquicas esperan que no los veamos.Y dices que nuestras élites iluminadas y sabias nos han regalado en 195 años de vida republicana una sociedad racista y excluyente.¡Pero, vale, vas a segur!

¿Cuál racismo?¿Acaso alguna constitución prohibió a los niches estudiar o echar pa´lante?¡Flojos es lo que son!

En Venezuela no hay racismo.

Además, si existiera, se trata de un asunto individual, problema de cada quién.

A mi mismo, ¡me encanta una negra! Pero un negro…bueno, hay muchas clases de negros…¿no?

Pero yo me pasaría de esquina si veo uno venir, coño, por si acaso, uno nunca sabe…

Sí, es verdad que hace poco tuvimos en Venezuela hasta la protagonista de una telenovela a la que pintaron de betún y le ensortijaron el pelo, para que hiciera el papel de “negra consentida”. Nuestra “Al Joson” en pleno s XXI.
Es verdad…Pero lo que pasa es que no se encontró ni una sola actriz de color que fuera talentosa.¿Que hay miles, dices?

Eso no lo decides tú.

Pon tu propio canal de TV y demuéstralo, si crees en eso.
Hay que ser bien pendejo para arriesgarse con los gustos de la gente. Hace años que sus Misses y sus Protagonistas de novelas son rubios y nunca nadie dijo nada.

Que a una persona de color le digan: “Oye, negro e´mier..”, “negro tenías que ser”, “negro es negro y su apellido es mier..”, “negro no es gente”, “Mucho camisón pa´Petra” no es sino el reflejo de lo que es la realidad…por algo se dice eso…cuando el río suena…Y la realidad es que la gente es mala, naturalmente mala, casi fiera.

Somos, esencialmente, animales, bestias inmisericordes.

La solidaridad y la compasión no están en los genes humanos. Por eso, Cristo no fue humano, fue Dios…¿Cómo te atreves a comparar a Marx con Cristo? ¿Comparar a un ateo con Dios?¡Sacrilegio!Que la mayoría de nuestros pobres en América Latina sean de color es sólo una coincidencia triste.

Pobrecitos los pobres, por cierto. Ojalá que Dios algún día se acuerde de ellos….Ojalá…Mira, este país está como está por culpa de la flojera.

Los pobres son pobres porque son flojos.

¿Quién les ha prohibido que salgan pa´lante, ah?

La gente de este país, de este continente, es floja, pana, no hace un carajo sino rascarse la barriga y beber aguardiente.

Carecen de las virtudes que tenemos tú o yo…Por cierto, bien chévere que está la catira esa de la fríita, ¿verdad? ¡Y que cómicos los tipos que hacen lo que sea por una Light! Ja,ja,ja…

Es que esos monos son descendientes de indios y negros. Su problema es cultural.Sus antepasados estiraban la mano y ya cogían una yuca. Todo lo tenía facilito, por eso todo lo quieren fácil.

Pero, por cierto, ¿Y a ti no te da miedo que los niches esos tomen el poder? ¡¡No, que va!!!

El pueblo venezolano no está preparado para la democracia.

Deberíamos dejar votar sólo a aquéllos que tengan la preparación necesaria. Sí, vale, gente como uno, que estudió, que fue a la Universidad, que conoce el mundo, que tiene cable, que lee….

Porque aquí el que menos lee, al menos se compra su Selecciones del Reader´s Digest, su National Geographic, ve CNN en español, o sea, está informado, al día, es una persona culta…

¡Y allí sí que hay cultura, mi hermano!

Los que tenemos cultura somos los únicos que deberíamos votar.A uno que es culto no lo engaña un tipo bruto, un salvaje, un bestia. ¡Coño, es que hasta el tipo parece un mono!

¿No te das cuenta que si se le da poder a los monos, a los niches, todo el mundo civilizado va a pensar que somos unos bárbaros, que no somos occidentales?¡Hasta van a pensar que somos terroristas!

¡No, que va!¡Yo soy occidental!

Todo lo bueno que somos, nos viene de Occidente.En el resto del mundo son unos bichos, como esos musulmanes que le cortan el clítoris a las mujeres, o como esos comunistas que hasta comieron niños.

¡100 millones de muertos en Rusia!
Además, los nazis decían que el Poder le pertenecía a la mayoría racial.

¿No? Pues lo mismo quieren los indios, los niches, en América Latina.

¡Quieren tener el Poder!

¿No viste a Humala? ¡Tronco de Hitler! Ahora dizque restaurar el Imperio Inca.

¡El Imperio Inca era igualitico al Tercer Reich!

Esa vaina de que las mayorías deben decidir hay que acabarla. ¿Acaso Hitler no llegó al Poder gracias a las mayorías?

¿Cómo es la cosa?¿Qué Hitler llegó al Poder con el apoyo financiero de las élites para evitar el ascenso de los comunistas?¡Pero lo eligieron por mayoría! ¿No?

Eso es lo único que importa.Principio de mayorías, que porquería….Más bien esos indios, esos negros, de estos países ¡se creen la raza superior! ¿Superior? No se habrán visto en un espejo, que risa me da.

“Socialismo del s XXI”….coño, estos tipos no saben que el romanticismo, la guevonada, se murió, se acabó.

La realidad es lo que es, y al mundo siempre lo movió y siempre lo moverá, los reales.

Es que tener real es lo que te da prestigio, pana, es lo que te poder. ¡Vayan a decirle esos chavistas a los monos de los barrios, que se quiten sus Nikes! ¡Ni te digo la que se va a armar!El que no tiene, no es nadie, pana.

Eso no lo entienden, por ejemplo, los chavistas pendejos como tú.

Sin embargo, lo entiende hasta Fidel. ¡No leíste que el tipo tiene una de las fortunas más grandes del mundo!

Es que tú no lees lo que debes leer, por eso es que no sabes nada de la vida. Para ser revolucionario, lo que hay que ser es pendejo.

Por eso lo que abundan son los robo-ilusionarios, esos que saben que hay que coger real antes de que esta vaina se acabe.

Mira a Carlos Fuentes. De socialista pasó a inteligente. Le hizo el prólogo a la biografía de Cisneros.

¿Tú no supiste que el Mayo francés pasó hace años? ¿Qué el socialismo se murió cuando tumbaron el Muro de Berlín? Por Dios…el capitalismo es la Verdad, el único camino al Progreso… Modernícense!

¡Siempre existió el capitalismo, el único orden! ¿Acaso no existió siempre el comercio? Bueno, entonces siempre existió el capitalismo.

¿El Foro de Porto Alegre?No, vale, esos son unos loquitos que no saben en que gastarse los reales primermundistas, por eso se compran camisitas con el Ché Guevara…otro loquito por cierto.

Otro mundo es posible…ja,ja,ja, dejen las drogas! Otro mundo no hay.

La verdad es que estamos ahora ante los Populistas Demagogos.

¡Guillo!Hay que oir a Carlos Montaner, a Vargas Llosa. Esos sí que saben, por algo los entrevista Marianella Salazar, por algo siempre salen en los periódicos más importantes de Europa y de Miami. No cualquiera publica ahí, no cualquiera escribe en los periódicos más prestigiosos del Primer Mundo.

Ellos nos demuestran que es una estupidez eso de que el Gobierno tenga deber de garantizar la mayor suma de felicidad posible.No, vale. Eso es un asunto de cada quien. Individual.

¿Acaso me voy a poner a esperar que el Gobierno se preocupe por mi? Pero si en el Gobierno siempre han estado los más incapaces, los flojos, los mediocres

.¿Poder para el Pueblo? Otra vez…ya te expliqué que el Pueblo es bruto por naturaleza, por eso no puede tener Poder.Los populistas demagogos son los que hablan dizque de “Responsabilidad del Estado”.

¿Cuándo el Estado fue responsable? ¡Nunca!Sólo las grandes empresas pueden proporcionarnos eficientemente todos los servicios que necesitamos.

Claro, hay que pagar.Que los niños pobres no vayan a la escuela, eso es culpa de los Padres, que son una flojos, unos irresponsables. Además, ¿estudiar para qué, si al final ser buhonero es más rentable que ser profesional?

La realidad, cariño, la realidad, siempre se impone.Por cierto… ¡Con mis hijos no te metas!

Yo los educo como quiero…bueno, mejor dicho, yo lo mando a la escuela que quiero…bueno, en realidad me gustaría enviarlo a los mejores colegios, pero lo mando donde puedo.

Mi hijo debe ser un genio, siempre saca buenas notas. Me imagino que las maestras son excelentes, aunque a decir verdad quedé un poco inquieto cuando la maestra escribió: “su hijo a sido muy buen alumno este lacso escolar”.

¿Qué el pueblo merece educación de calidad?Bueno, ahí están las escuelas, en los barrios.

Los malandros las saquean a diario. Cada pueblo tiene la educación que se merece.

Dígame eso…ahora dizque celebrar la resistencia indígena.Dizque rescatar la memoria histórica, la dignidad de los excluidos, de los indios, de los negros.¿Cuál dignidad? ¿Cuál memoria? ¿Qué dices? ¿Que hay que celebrar lo que somos? ¡Si no somos nada! ¡somos nada! Somos la Nada..

O mejor, somos mierda. Claro y raspado. Si no fuéramos mierda, seríamos como los gringos, como los europeos.Además, allá tú que te acuerdas de tu abuelita, la indiecita, que vivía en Ureña.

Esa que dices que llegó hasta 4to grado y quiso seguir, pero no pudo porque la policía gomecista la regresabaa su casa cada vez que iba a la escuela.

Eso no era porque era india como tú crees, sino porque era la época de Gómez.

Y Gómez fue un Dictador.¡Gómez! ¡Ese carajo y Chávez son igualitos! ¡Dictadores ambos!

¿Qué dices? ¿Qué a Gómez nadie lo eligió y a Chávez lo eligieron? ¿Y?¿Qué a Gómez lo puso en el coroto el Embajador de los Estados Unidos? ¡Mejor, ellos sí saben cómo deben ser las cosas!

Es más…¡Ojalá y nos hubieran hecho como a Puerto Rico! Tendría yo pasaporte americano.

Ah, entonces Gómez fue bueno para el país. Seguro que los gringos lo pusieron porque había algún loco mandando antes de él.Sí, ese que llamaban Castro. ¡Otro Castro! Que apellido más pavoso.

¡Ese Castro que dibujaban como un mono, un salvaje, un bárbaro!

Dices que el Gabinete de Gómez tenía varios representantes de las élites intelectuales y sociales del país…oligarcas, esa palabrita ridícula. Pero, vale, yo oí que esos tipos eran grandes intelectuales, la crema del pensamiento de este país en su época.

Ya sé: también vas a decir que eran liberales y por eso no promovieron el Estado Docente.Ah, bueno, entonces Gómez tenía razón. Que se eduque el que tenga plata.Lo que hizo Gómez fue salvarnos de los salvajes, de la barbarie, con su mano dura.¡Que vengan otros hombres como él, entonces!

Mi abuela decía que con ese hombre sí había orden, no como ahora.La historia demuestra que la única forma de que los pobres salgan de ese pozo fétido y sin fin es obligarlos a que compitan en el libre mercado, que aprendan las reglas del juego capitalista.

O sea, coño, que los pobres se terminen de civilizar de una vez por todas.Así subsanan la desgracia que tienen de no ser descendientes de la vigorosa cultura anglosajona.Acéptalo: nuestros pobres no tienen ese amor por el trabajo que tienen los herederos de Calvino y Lutero…

No es cierto que se rompan el lomo trabajando como obreros, como bedeles o en la buhonería, no…Al final, la culpa de todo este desastre que somos es que no nos conquistaron los anglosajones.

Por eso, tenemos que seguir viendo la forma de ser cada más gringos.Como los ciudadanos de los Estados Unidos, ese país que noblemente, nos resguarda de la barbarie, de los salvajes, de la anarquía.Los envidiosos acusan a EEUU por defender lo que es justo, noble y bueno: La Libertad.¡Malagradecidos!

Pero si nos liberaron de Bishop, de los sandinistas, de comunistas como Arbenz. Y dicen que también ayudaron a Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay a liberarse de sus comunistas, de sus terroristas.

“Bolívar renace cada cien años” decía Neruda.

Pero yo digo por cada Bolívar que renazca habrá 100 Santanderes y 100 Páez.

Ellos también fueron Libertadores…¿O no?En la Argentina, el General Roca logró el mayor triunfo de la civilización occidental en el sur de este continente… eliminó a unos cuantos salvajes.

Por eso, Argentina siempre ha sido más adelantada, más europea.El Presidente boliviano Mariano Batista decía, con razón, que los aymaras son un horror de la humanidad…Y Bautista Saavedra, decía que los indígenas eran bestias a las que no hay que tener compasión.

En memoria de ese pasado glorioso, en el que estuvimos a punto de tocar a Europa y los Estados Unidos con las manos, debemos luchar por los valores occidentales, por el sostenimiento de la Civilización en América Latina.

No querrás que vengan incivilizados, como Felipe Quispe, a insinuarnos “que somos racistas”.Es que le duelen a uno los oídos, cuando ese señor dice que defiende la lucha armada en una democracia moderna: “para que mi hija no sea tu sirvienta”.


Yurlen Rondón (2005)

PADRE NUESTRO LATINOAMERICANO.. Mario Benedetti


Padre nuestro que estás en los cielos,con las golondrinas y con los misiles, quiero que vuelvas antes de que olvides cómo se llega al sur de Río Grande.

Padre nuestro que estás en el exilio, casi nunca te acuerdas de los míos; de todos modos, donde quiera que estés, santificado sea tu nombre, no quienes santifican en tu nombre cerrando un ojo para no ver las uñas sucias de la miseria.

En junio de mil nueve setenta y cinco ya no sirve pedirte "venga a nos el tu reino", porque tu
reino también está aquí abajo, metido en los rencores y en el miedo, en las vacilaciones y en la mugre, en la desilusión y en la modorra, en este ansia de verte pese a todo.

Cuando hablaste del rico, la aguja y el camello y te votamos todos, por unanimidad, para la gloria, también alzó la mano el indio silencioso que te respetaba pero se resistía a pensar "hágase tu voluntad".

Sin embargo, una vez, cada tanto, tu voluntad se mezcla con la mía; la domina, la enciende, la duplica, más arduo es conocer cuál es mi voluntad cuando creo de veras lo que digo creer, así en tu omnipresencia como en mi soledad, así en la tierra como en el cielo, siempre estaré más segura de la tierra que piso que del cielo intratable que me ignora.

Pero, ¿quién sabe?, no voy a decidir que tu poder se haga o se deshaga.Tu voluntad igual se está haciendo en el viento, en el Ande de nieve, en el pájaro que fecunda a su pájara, en los cancilleres que murmuran "Yes, sir", en cada mano que se convierte en puño.

Claro, no estoy segura si me gusta el estilo que tu voluntad elige para hacerse; lo digo con irreverencia y gratitud, dos emblemas que pronto serán la misma cosa.

Lo digo, sobre todo, pensando en el pan nuestro de cada díay de cada pedacito de día. Ayer nos lo quitaste, dánosle hoy.

O al menos el derecho de darnos nuestro pan, no sólo el que era símbolo de algo, sino el de miga y cáscara, el pan nuestro.

Y ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas, perdónanos, si puedes, nuestras deudas,pero no nos perdones la esperanza;no nos perdones nunca nuestros créditos.A más tardar mañana saldremos a cobrar a los fallutos,tangibles y sonrientes forajidos.A los que tienen garras para el arpa.

Poco importa que nuestros acreedores perdonen así como nosotros, una vez, por error,perdonamos a nuestros deudores.Todavía nos deben como un siglo de insomnios y garrote,como tres mil kilómetros de injurias,como veinte medallas a Somoza,como una sola Guatemala muerta.

Y no nos dejes caer en la tentación de olvidar o vender este pasado, o arrendar una sola hectárea de su olvido, ahora que es la hora de saber quiénes somosy han de cruzar el río el dólar y su amor contra-reembolso arráncanos del alma el último mendigo y líbranos de todo mal de conciencia.

Amén.
Mario Benedetti

lunes, 21 de mayo de 2007

José Antonio, el Orate..(original Yurlen Rondon)


A veces me parece que veo a José Antonio, con sus ojos desorbitados, caminando por las calles de Caracas, envuelto en un abrigo viejo, bastón en mano, huyendo de sus propios pensamientos, de su neurosis, de su angustia.

Una angustia burguesa, una angustia distinta, una angustia estúpida.

A veces lo busco entre viejas y olorosas revista Élite, llenas de dibujos art deco, de propagandas ridículas, pasadas de moda....que nos invitan a usar los polvos "Sonrisa" y la colonia "Colgate"...

Entre la fantasía elegante y burguesa, se cuela un poema suyo que se pretende revolucionario..

J.A camina veloz, lo persiguen extraños monstruos, ideas insomnes. Dobla en la esquina de Principal rumbo a su casa de la Pastora, número 19.

A veces lo veo en los diarios, tejiendo palabras, relatos absurdos, fantasías alternas, mundos mágicos y adoloridos.

Escribe lo que ve, pero lo que ve es sólo lo que ha visto con los ojos de la imaginación que tanto ha viajado...Edgar Allan Poe, Rimbaud, Baudelaire,Dumas, Homero....el Libro Tibetano de los Muertos.

Y que le dan su forma al fuego.

Por eso narra con mágica lucidez la neblina inglesa, describe la angelical chica rubia, exótica.... y los extraños paisajes que se pierde en el espacio y el tiempo...pero que no están aquí.

J.A Ramos Sucre mira hacia dentro y se resguarda de la realidad tropical, a la que teme y desprecia.

La encuentra fea, sucia, desarreglada. Le asquean los negros.

Hombre de sexualidad indescifrable, nunca se permitió conocer el Amor...

Cierra los ojos y mira a Europa. América no le interesa.

La suprime: por obra y gracia de su imaginación, Venezuela no está en su mundo.

Para él, el mundo que le rodea no existe.

Autista, vive y muere encerrado en sí mismo: la muerte no le viene del afuera sino del adentro: se suicida con veronal.

Sólo existe lo él que elige crear y que le permite sobrevivir.

Sólo existen las ninfas rubias, la campiña inglesa, las librerias y cafés parisinos...el spleen.

Por eso, J.A. es un orate. Lo reconoce, pero no alcanza a entender por qué.

Borges nació primero en Cumaná...y nunca lo supo.
Yurlen Rondón (2007)

NAUFRAGIO ( Original Yurlen Rondon)


Desde esta orilla puedo ver las golondrinas volando.

Parecen cruces negras, que ironía.

Si llegás a ver a los chicos, decíles que nunca pensé que habían cosas más importantes que las que planeábamos.

No sé, es que llevo tantos días naúfrago en esta orilla, con tanta sed y con el cuerpo tan magullado y quemado, que no me queda más remedio que empezar a recordar cosas que se me habían olvidado...

Como cuando el viejo me llevaba a pasear por el malecón, y me decía ¡allá está Inglaterra!

¿Inglaterra?

Pero que viejo éste.... El viejo está convencido que aquello es Inglaterra y no quiere que nadie le lleve la contraria...

Siempre me dijo que esa manía mía de contradecirlo todo me iba a matar, pero se equivocó, ya lo ves…

El viejo es casi analfabeto, qué sabe él de historia, qué sabe él de nada... si lo más interesante que ha leído en toda su vida es la sección de Deportes de la prensa..

Y yo al menos ya leía Mafalda desde chico, como ése que vimos aquí mismo ayer.

Volviendo a lo del viejo, le he discutido mil veces que Inglaterra no está allí.

He recurrido a libros de historia, de geografia, pero no hay caso...

Apenas me veía sacar los libros de la Universidad me miraba con sus ojos de borrego y me decía que más importante era trabajar, que la vida es demasiado dura.

Que de esta estupidez que hago a la larga no se come.

Además el viejo discute demasiado con la vieja.

Me atormentaban con la eterna discusión, que si la plata no alcanza, que si hay que aceptar la vida como es y vos lo olvidás siempre, Matilde.

Ya nadie recuerda los sueños. Soñar da miedo y la memoria también. La memoria puede olvidar ¿no?

Carlos Enrique y sus amigos tienen la culpa, me han dicho.

¿Qué querés que diga?

Nos inducía, Che, nos inducía y vos lo sabés mejor que nadie porque vos también sos culpable.

Llegué a oir que lográbamos vivir sin trabajar mucho porque vendíamos marihuana ¿Qué querés que te diga?

Necesitábamos tiempo libre para soñar. Nosotros creíamos en los sueños, maldita sea.

Claro, había quien creía que vendíamos sueños: ¿Quién duda que algunos chicos sólo saben soñar con la marihuana?

¿Qué querés que te diga?

Que mierda.

Mi viejo también sabía soñar, pero de tanto comer realidad empezó a vomitarla.

Luego la casa entera olía a naúsea. ¿Qué querés que te diga?

El viejo se sentía muy solo cada vez que la vieja volvía cansada de la plaza.

Tanto trabajar para que los chicos salieran adelante y que si quiero que vivan lo que yo no he vivido, decías Matilde, y todo ¿para qué?

Para nada.

Que si vos te cansas mucho Matilde aceptá que de nada vale seguir soñando con el hijo, deja eso ya...

Sí, sí, sí, claro que luchábamos, maldita sea.

La vieja se la pasaba con sus amigas en la plaza en vez de quedarse en casa y yo sentía mucha rabia, maldita sea...cada vez que mi vieja salía a la plaza, el viejo se sentía más solo y amargado...

Mierda, ya no me provocaba pasar a visitar a los viejos porque salía de alli sintiéndome…
vos lo sabes...culpable.

De pronto dejé de ir.

Desde entonces, sueño con la vieja doblemente desesperada: búscalo acá, búscalo allá,que si en la policía..

Matilde, buscalo en la cárcel, ¿acaso creés que es mentira que el chico vendía marihuana?

Maldito viejo.

Me sigo sintiendo culpable.

Mis viejos me decían dejá la Universidad y empezá a vivir una vida decente si no querés que te pase lo mismo que a Alberto …que me pusiera a trabajar en el taller del viejo y que si la plata y que si el futuro.... que esto no vale la pena.

Pero yo la pasaba demasiado macanudo con los chicos. Y con vos......La pasábamos como podíamos, vos lo sabés bien, Ché... No teníamos nada, pero a cambio cantábamos canciones, hacíamos poemas...

De vez en cuando tomábamos cervezas y fumábamos un poco…¿Eh? un poquito no mata a nadie...

Vos siempre estabas ahí con nosotros, Ché, pensábamos que eras nuestro amigo...

La pasábamos macanudo, Ché,

Juramos silencio hasta la muerte y ahora vos me haces esto ¿Por qué, Ché , decíme por qué?

Y el milico me dice que si siga confesándote donde están los demás, Ché, que si no lo hago me quema, dónde están los demás que si tenemos conexiones, no lo sé, por favor..

Hasta la victoria siempre, Comandante.
….

¿Alberto? Sacáme de este lugar, tengo mucho miedo, me quiero ir con vos, lleváme donde la vieja, que la quiero abrazar, lleváme a comer sopa caliente...

La vieja se la ha pasado buscándote Alberto.

¿Lo sabías? ¿Dónde estabas?

Y yo me sentía muy solo. Como el viejo.

Volvamos a casa.

Pero antes, vayamos a la Plaza de Mayo, puede que allí esté la vieja.

Pero también quiero ir con vos a fumar marihuana, recordá que una vez me lo prometiste...
Yurlen Rondón (2002)

sábado, 12 de mayo de 2007

LOS HIJOS INFINITOS (Andrés Eloy Blanco)


Cuando se tiene un hijo,se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga,y al del coche que empuja la institutriz inglesa,y al niño gringo que carga la criolla.y al niño blanco que carga la negra,y al niño indio que carga la india,y al niño negro que carga la tierra.


Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños que la calle se llena, y la plaza y el puente,y el mercado y la iglesia,,y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calley cuando se asoma al balcóny cuando se arrima a la alberca;y cuando un niño grita, no sabemos si lo nuestro es el grito o es el niño,y si le sangran y se queja,por el momento no sabríamossi el !ay! es suyo o si la sangre es nuestra.


Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño que acompaña a la ciega y las Meninas, y la misma enanay el príncipe de Francis y su princesa,y el que tiene San Antonio en los brazos,y el que tiene la Coromoto en las piernas.


Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,todo llanto nos crispa, venga de donde venga.cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentroy el corazón afuera.


Y cuando se tienen dos hijos,se tienen todos los hijos de la tierra,los millones de hijos que con las tierras lloran,con que las madres ríen, con que los mundos sueñan;los que Paul Fort quería con las manos unidaspara que el mundo fuera la canción de una rueda;los que el hombre de estado, que tiene un lindo niño,quiere con dios adentro y las tripas afuera;los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima,entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,porque basta para que salga toda la luz de un niñouna rendija china o una mirada japonesa.


Cuando se tienen dos hijos,se tiene todo el miedo del planeta,todo el miedo a los hombres luminososque quieren asesinar la luz y arriar las velas,y ensangrantar las pelotas de goma,y zambullir en llanto los ferrocarriles de cuerda.cuando se tienen dos hijos,se tiene la alegría y el !ay! del mundo en dos cabezas,toda la angustia y toda la esperanza,la luz y el llanto, a ver cuál será nuestra escogenciasi el modo de llorar de el universo el modo de alumbrar de las estrellas

lunes, 23 de abril de 2007

ISABEL HA INGRESADO EN EL CONVENTO...(original Yurlen Rondón)


I.-
Isabel ha ingresado en el convento.
El convento queda a unas cuadras de su casa, cercano a la Plaza Mayor.
De la frente de la joven emana un sudor frío, un olor a violetas que se incineran con la volubilidad de su cuerpo angustiado.
Siente la desesperación de Eva.


Jala con manos temblorosas el hilo que mueve la campana de la puerta principal.

Al entrar siente mareos.

Por unos segundos le parece que sus pies se hunden en la antigua loza de barro cocido. Sus pies están sangrando, como los pies del Cristo crucificado que cuelga de su cuello y que roza sus senos, que se mueven al vaivén de sus caderas.

La recibe una monja de cuerpo enjuto, prematuramente envejecida. Al ver el rostro pálido y los ojos desorbitados de la joven, recuerda la razón por la cual ella misma está allí.

Le ofrece una infusión hecha con hierbas aromáticas. Tal vez así su alma encuentre la paz. Así, tal vez, ya nunca más...

El ambiente enrarecido, las seis de la tarde, justo cuando el sol muere y quema las paredes del convento que arden como las llamas del infierno.

Como sus almas pecadoras.

El moho se aferra a las paredes interiores plenas de azulejos mexicanos, olorosas a humedad, mientras las mujeres entonan cánticos religiosos que calman ardores histéricos.

El pececillo de la fuente del patio escupe agua.....

En la mesa del corredor ya han servido el pan recién horneado y una sopa donde nadan felices ajos y cebollas, aromas que perfuman el corredor interno del convento, olores nauseabundos para la recién llegada.

La joven estudiará la Biblia y aprenderá severos ejercicios espirituales.

Flagelará su cuerpo hasta que, embrutecida por el dolor, recuerde que ella también es hija de Eva.


El convento será refugio piadoso de su alma pecadora.

Lo que Isabel ha hecho la apartará de la sociedad para siempre.

Aunque tenía otros planes para disimular las consecuencias de sus pecados, esos planes han perdido todo sentido.

Ahora dedicará su vida al Señor, aunque no siente devoción…

II.-

Los pies del Cristo que cuelga de su cuello sangran mientras ella acaricia delicadamente un fruto precioso, angustiada en la soledad de su celda, recordando la cara, el cuerpo de su amor prohibido, tratando de borrar la voz morbosa que ha convertido la paz en guerra.

¿Y si lo que oyó eran los demonios que torturan a las mujeres como ella?

Al fin y al cabo, Isabel es hija de Eva.

III.-

Isabel está confundida.

Por primera vez, duda de sí misma. Sin embargo, ya yo sabía que tarde o temprano Isabel encontraría la paz en el claustro.

Era demasiado evidente que su permanencia en la casona virreinal se estaba convirtiendo en una amenaza y yo sin tener el poder de acallar los murmullos de la corte ni la hipocresía y el descaro de aquél que gobierna en nombre de SM el Rey de España.

Una angustia fulminante zozobra en el cuerpo de Isabel que aprieta entre sus manos las violetas que yacían en su mesa enclaustrada.

IV.-

Isabel estaba harta de la frivolidad cortesana, que se burlaba de sus excentricidades.

Harta de estar en todos los susurros, incluso en los de las chicharras.

Afortunadamente, el Virrey la encontraba deliciosamente extraña y compartía con ella intimidades que la salvaban.

“Habrá pactado con el demonio” se decían entre sí los cortesanos más conservadores. “Tiene un don de Dios” decían aquéllos que querían ver al Virrey sonreírles, complacido.

Isabel leía.

V.-

Un día el Virrey hizo traer de España a unos hombres doctos para que la examinaran…
Los hombres doctos acordaron que la sabiduría de Isabel era un enigma, tan indescifrable como la Trinidad y la concepción de Cristo.

Los cortesanos se escandalizaban con el veredicto de los doctos hombres traídos de España, pero preferían callar.

Los cortesanos sabían que hombres más doctos aún ya habían discutido ampliamente sobre la carencia de alma en las mujeres.

“¿Acaso no lo sabe el Virrey? ¿Es bueno o malo que este hombre sepa tan poco? “ Se preguntaban, entre duda y burla impregnada de conveniencia. “ Con tal que nos permita interpretar las reglas regias”…

Que la mujer no tiene alma es un hecho más que evidente ¿quién lo duda?, pero Isabel era muy querida por el Virrey, de modo que el savoir faire cortesano se impuso. Callaron.

Esto no era obstáculo para que Isabel despertara desconfianza en todos. ¿Cuánto poder real tendría Isabel sobre el Virrey, tan aficionado a las modas y por ende, tan influenciable?

Es claro que los cortesanos tenían razón. ¿Quién puede dudar que una mujer así tenga tratos con el demonio?

VI.


Isabel ama a una joven casada, de su misma edad. Ambas hijas de viudas amigas de la Virreina.

Las miradas, llenas de amor y ternura, que se dirigían las jóvenes eran escandalosas. Ello causaba los murmullos de la corte, los cuales crecían hasta confundirse con el ruido de las chicharras.

¡Es claro que el amo de Isabel era Belcebú, Satanás, el Príncipe de las Tinieblas!

Mas a Isabel no le importan estos rumores en particular.

Ella, que admira a ciertas cortesanas francesas, sabe que no necesita justificarse: hace tiempo que su corazón y su cuerpo pertenecen a una sola persona y su amor es correspondido.


Isabel se siente Poderosa….muy poderosa.

Sin embargo, los naturales obstáculos sociales sólo le permiten compartir con su amante algunas veladas tras esas paredes quemadas por el sol de las seis, cuando sus cuerpos arden como las llamas del infierno. Como sus almas pecadoras..

VII.-

La joven amada por Isabel sufre las consecuencias de aquellas miradas... cruelmente ha sido golpeada una y otra vez por su marido, quien asustado por lo que oye y suspicaz ante la culpabilidad evidente de la joven mujer- pobres victimas del matrimonio de conveniencia- la hacía llorar y sangrar....

Como los pies del Cristo crucificado que cuelga de su cuello y roza sus senos, que se mueve al vaivén de sus caderas.

Cierta vez se desbordaron las aguas de un caudaloso río…sus diques se habían debilitado a fuerza de golpes.

Esas aguas oscuras y tenebrosas trajeron consigo recuerdos inmemoriales, hojas secas, peces muertos...

Isabel llegó a tiempo para auxiliar a la joven mujer que se ahogaba... nadaron hasta la orilla de la cama.

Isabel abrigó a la joven casada para ayudarla a bajar la fiebre, que la hacía delirar.

“Su amor ha sido el más dulce de los amores”, piensa Isabel...

Ellas han sido almas afines: tardes plácidas, pies entrelazados, abrazos bajo frazadas, frías por la ausencia del marido de la joven casada a quien, por cierto, le gusta cazar negros cimarrones que no entienden del derecho de propiedad.

VIII.-

La caza concluía dos horas antes de las seis de la tarde, con exactitud inglesa.

Y a las seis de la tarde los capataces hacen cumplir la orden del marido: “¡Que ardan los negros sacrílegos como las llamas del infierno!”. Que ardan como sus almas pecadoras.

IX.-

Todo la corte murmura que la joven casada no es feliz, ¡pobres víctimas del matrimonio de conveniencia!

Tanto amor, tantos años de ternura las han unido, y ahora que lo sabemos, nada alejará a estas mujeres de lo que sentían como un lazo inquebrantable, el amor las unirá para siempre “¡No importa cuánto nos critiquen estas almas impías, te juro que yo nunca te abandonaré!”

La joven mujer casada encuentra paz en la promesa de Isabel. Lo que ahora saben y se expresan mutuamente siempre lo intuyeron pero era una vergüenza que les quemaba la garganta.

X.-

Ha llegado el ambiente enrarecido de las seis de la tarde justo cuando el sol muere y quema las paredes de la casona virreinal.

Isabel camina por los jardines virreinales acompañada por esclavas. Juguetonamente, va pisando las violetas que la hacen recordar a su amante.

Desde acá podemos observar la ventana de la habitación virreinal que fue testigo de tanta pasión.

”Niña Isabel, ¿Por qué va tan distraída?” increpa la negra Ignacia “Estoy oyendo el rumor de las olas que chocan contra el acantilado cercano -Ahhh, Ahh, ahh, ahhhhhh-...”

Isabel cree lo que oye. No lo duda, ni un momento.

Es un escandaloso susurro viril, una inmoralidad sin igual.

Entonces se tropiezan los ojos dementes y traicionados de Isabel con los ojos hipócritas y burlones de las esclavas que todo lo saben y todo lo callan.

La vieja Ignacia trata de distraer la furia adolorida de Isabel. “Niña, hace una hora su amiga tomaba algo de aire fresco ¿Y si su Merced va a auxiliarla?”

Pero Isabel no sale de su ensimismamiento. Para ella, sólo existe el inmoral susurro. Y grita, sin importarle si la oye la Virreina:

“¡Sois todos unos inmorales que calláis solo por conveniencia!

Y vosotros dos... ¿Acaso sois tan ingenuos para creer que nadie los oye? ¿Creéis que nadie sabe lo que hacéis tan descaradamente cuando el sol ni siquiera se ha ocultado?

¿Es que no tenéis temor de Dios? ¡ Sobre todo vos, mi Señor, qué dolor y que vergüenza tan grande me habéis causado!”

XI.-

La locura se apodero de Isabel. Se quito las zapatillas y sin pensarlo dos veces, se levanto la falda y huyo por las calles de piedra, hasta que sus pies comenzaron a sangrar al igual los pies del Cristo crucificado que cuelga de su cuello, el que roza sus senos y se mueve al vaivén de sus caderas.

Siente la desesperación de Eva. Definitivamente, es hija de Eva.

XII.-

Isabel es recibida por la enjuta mujer envecejecida que al verla recuerda la razón por la cual ella misma está allí.

“No os preocupéis, querida niña. Las paredes de este convento están llenas de pequeños pececillos, arrastrados por los ríos..... Os prepararé una infusión de hierbas aromáticas .... Así tal vez vuestro dolor desaparezca. Así, tal vez, ya nunca más…”

Si hace 20 años la anciana enjuta hubiese sabido cómo hacer para que los bebés se convirtieran en pececillos inofensivos no hubiera tenido que huir al convento, llena de vergüenza, cuando su amante la rechazó al saber que sería madre.

¡Si la anciana enjuta supiera que sus hijas estaban en la casona Virreinal y ya sabían del lazo que las unía!

El mundo es perverso, bien lo sabemos.

“….Y de mujeres perversas están llenos los conventos virreinales…también el purgatorio…” razonaba la anciana.

“No te angusties, hija mía, los pececillos vivirán para siempre en las paredes de este convento” dice trastornada… “Fijaos que allá en la fuente, uno de ellos escupe agua, para siempre...”

XII.-

Las ventanas de Isabel límpidas ya no reflejan la luz…Isabel bebió lo que la anciana monja juzgó conveniente para la paz interior.

La pobre mujer casada nunca pudo sobreponerse a la pérdida de su hijo, pececillo muerto por las brutales palizas, casi diarias, que recibía de su marido…tampoco pudo sobreponerse a las correctoras muestras de amor maritales. No tenia descanso, no tenia paz.

“Los hijos no nacidos son como peces, ¿No te parece, Isabel?”

Las palizas eran muestras del amor protector de su marido. ¿Quién lo duda? Las palizas eran la muestra del sometimiento del pobre hombre a Dios.

¿Acaso Dios no autorizó que Adán corrigiera a Eva?

Ahora, a la mujer casada le aterra la vuelta de su hombre, quien desde un poco antes de las seis de la tarde se encuentra en las habitaciones del Virrey…mientras nos llega el rumor que hacen las olas sobre las rocas del acantilado.

También le aterra la huída de Isabel. Isabel le juró que nunca la abandonaría... y ahora, su amada olvidó su promesa.

La pobre mujer casada vio a su hermana Isabel salir corriendo por las calles de la ciudad, justo antes de las seis de la tarde, sin importarle los burlones ojos dementes de todos.

Isabel expuso públicamente la inmoralidad del Virrey.

Que vergüenza. Ya no le queda más remedio a la pobre mujer casada que confiar en sí misma. Es que ya no hay nadie más en quien confiar.

Ahora, la mujer casada tiene, por primera vez, la valentía de huir, con la complicidad de las dos negras esclavas que la acompañan diariamente a la misa en la Catedral, justo antes de las seis de la tarde.

XIII.-

Concepción ordena a los esclavos que cargan el carruaje que la lleven al acantilado. Quiere ver el mar.

“Ahora deténganse”, sigue ordenando.

Concepción siente por primera vez la fuerza del Poder sobre su propio destino.

Es poderosa…infinitamente poderosa.

Es libre.

Desde lo alto del acantilado, la joven Concepción mira la inmensidad del mar y piensa por primera vez…”Soy poderosa”…Muy poderosa.

¿Alguien lo duda?

Por eso, se arroja al mar, con los brazos en cruz, como el Cristo que cuelga de su cuello. Ambos se estrellan contra las rocas, mientras la sangre torrencial fluye incesante hacia el mar, para alimentar a los peces...
EL PROYECTO DE NUESTROS LIBERTADORES
(Resumen de un documental visto en la TV comunitaria)
Hacia 1797, se dice que Francisco de Miranda reúne en Paris a varios de los que habrían de convertirse en los más insignes hombres de nuestra América. Entre ellos estaban O’Higgins, S. Rodríguez y el mismísimo Bolívar (alumno de Rodríguez), quien para entonces sólo contaba con 14 años. Hasta hay un documento firmado por ellos…cuya veracidad algunos niegan…

El objetivo era trazar los lineamientos para la Liberación de nuestra Patria Americana que iba más allá de romper los lazos políticos y económicos con la Metrópoli española. Implicaba la unión política, militar y económica de nuestros países para ser y permanecer libres frente a todas las eventuales amenazas extraregionales y tener gravitación y peso específico en el concierto de las naciones.

El Proyecto libertador establecía la unión en un Gobierno Central de la futura ex colonia española. Para nuestros libertadores habíamos sido UNA COLONIA, ergo éramos UNA NACION. Esto de hecho era así: no éramos “las colonias españolas” sino “la colonia española”, con regimenes administrativos dependientes directamente del Gobierno español.

De modo que si habíamos logrado vivir juntos más de 200 años bajo la égida española, podíamos hacerlo juntos en libertad. En lo político eran centrales las ideas de Montesquieu (“El Espíritu de las Leyes”) en cuanto a que “las instituciones políticas de las Naciones debían acomodarse a las condiciones geográficas, psicológicas, etc ” y en cierta medida Locke, en cuanto a la idea de la unión bajo una misma jurisdicción. También destacaron las ideas de Rousseau en cuanto a la educación ciudadana. Es significativo que los términos políticos y monetarios de la futura unión imaginada por el Libertador Miranda fueran un homenaje a la civilización inca.

Para lograr la independencia de la patria americana, a quien Miranda llamó Colombeia, se buscó la ayuda del entonces Primer Ministro de Inglaterra, William Pitt, dado que GB era la única potencia europea en capacidad de apoyar nuestros frentes militares bajo la promesa de los beneficios comerciales que esto le traería a nuestros países. El Señor Pitt rechazó el Proyecto, considerándolo “fantasioso y ambicioso”, por lo que le dijo que se planteara algo más viable.

De modo que Miranda sacrificó un poco la idea centralista a cambió de la confederacionista. Es importante destacar que por Confederación nuestros libertadores no entendían una “unión federal” al estilo estadounidense, sino una “unión de países con gobiernos sujetos a Autoridades Centrales jurisdiccionales en lo político, económico y militar”.

O sea, el Proyecto centralista y el confederacionista eran, en el fondo, Unionistas, que es lo que importa.

Por cierto, es interesante saber que algunos textos de la Unión Europea reconocen en Francisco de Miranda a uno de los primeros que imaginaron lo que hoy son las Uniones Políticas y Económicas Supranacionales y que nosotros, latinoamericanos, hemos sido incapaces de concretar por falta de voluntad politica.

Algunos años después, Francisco de Miranda comenzó personalmente su campaña conspirativa con el apoyo inglés, fracasando en sus intentos. En general, el resto de los Libertadores eran muy jóvenes aún y la vida no les había llevado todavía a comprometerse con la causa libertadora.

Para 1810, se presentan las condiciones políticas ideales para la emancipación política en la América Española. Es muy importante destacar que las ideas de independencia procedieron de los rebeldes mantuanos jacobinos, quienes habían tenido acceso a los libros prohibidos, (Montesquieu, Rousseau, la Enciclopedia francesa, Locke, etc) porque el resto del mantuanaje veía como muy peligrosas esas ideas y sentían horror de la Revolución francesa que había acabado con la Monarquía de ese país y que llegó hasta a amenazar los privilegios de clase de la aristocracia.

Hablemos un poco de cómo fue en Venezuela.

Recordemos que para 1810 ya hacía algunos años que Napoleón Bonaparte amenazaba Europa y de hecho, había destronado al Rey español Fernando VII.

Por ello, siguiendo el ejemplo de las Cortes de Cádiz, el 19 de abril de 1810 el pueblo desconoce la autoridad del Capitán General Vicente Emparan y se convoca a una Junta Suprema, que se llamaría “Junta Suprema Protectora de los Derechos del Rey Fernando VII”. Como se ve, nada revolucionaria.

En 1811, se convoca por presión del sector liberal pro-jacobino, a un Congreso constituyente. Pero la clase mantuana estaba todavía aterrada de declarar la Independencia.

El sector liberal de tendencias jacobinas (Bolívar, Miranda, Gual, Muñoz Tebar, etc) en plena efervescencia constituyente, hizo lobby bastante escandaloso: gritos, aplausos, vítores…en favor de la Independencia, pero al final tuvieron que aceptar una Constitución federal al estilo de la estadounidense impuesta por los mantuanos cautelosos de los revolucionarios liberales jacobinos, considerados por ellos “demagogos”.
Bolívar y Miranda declararon, y así dejaron constancia entonces y en el futuro, su inconformidad con el Estado federal establecido en 1811, pero lo aceptaron a los fines de seguir adelante con las menores trabas posibles con el Proyecto de Independencia que se habían planteado hacía años.

Se perdieron dos repúblicas (1812 y 1815) por la incapacidad de los mantuanos de organizar todos sus recursos. Años después, Bolívar entendió la necesidad de internacionalizar el conflicto (“Españoles y canarios…contad con la muerte”) y de volverlo un conflicto de clases (incorporó a los excluidos).

En 1812, Miranda fue hecho preso y entregado por Bolívar a Monteverde. No fue traición: ambos así lo habían acordado. Uno a cambio del otro. Miranda era ya muy mayor (más de 60 años) para seguir la gesta independentista y Bolívar no llegaba a los 30 años. El gran sacrificio del prócer Miranda por nuestra América no debemos olvidarlo, le debemos enorme gratitud, pues de no haber sido así, el joven Bolívar habría terminado muerto en la cárcel. Para ellos, la gesta independentista y unionista era el objetivo principal, por encima de egoísmos individuales. Bolívar era lo mejor que nuestra país podía aportarle a nuestra América en ese sentido. Así lo entendió Miranda.

También creo que el misterioso encuentro entre el Libertador José de San Martín y el Libertador Bolívar en Guayaquil implicó un arreglo parecido. San Martín era algo mayor que Bolívar y el proyecto independentista y unionista, que compartía, requería titánicas fuerzas físicas y emocionales. Ya conocemos, creo, el temperamento más que romántico, pasional, de Bolívar…

En el proyecto de nuestros Libertadores, no había lugar para egoísmos ni mezquindades y así lo podemos ver en los documentos contextualizados. Luego los historiadores oligarcas, amigos de nuestra división, nos vendieron una imagen distorsionada de nuestros Libertadores, ya sea endiosándolos o presentándolos como los enemigos que jamás fueron. Sin embargo, lo que sí hubo fue traición trapera: como la de Santander, Pueyrredon, Páez…esos sí fueron enemigos de nuestros Padres Libertadores. Astutos, zorros, mezquinos, esperaron el momento preciso para desmantelar los sueños unionistas, sabotearlo todo.

El endiosamiento de nuestros Padres Libertadores, su deshumanización, tuvo a mi modesto juicio el efecto de crear en el imaginario latinoamericano la idea de que la Labor Libertadora había concluído y Bolívar, San Martín, Sucre, Artigas, Monteagudo descansaban en el Olimpo, satisfechos de su labor. Un engaño, sólo una idea para mantener la dominación.

Para 1821, se constituye el Proyecto de la República de Colombia en Angostura: un proyecto unionista y centralista. Se esperaba que el resto de la América se uniera a este Proyecto o se crearan proyectos similares con los cuales confederarse. De hecho, en Centroamérica se había creado un proyecto similar, protegido por México, que años después sería desmantelado desde afuera (adivinen por quién…). Para 1823 se reúne, en la actual Panamá, el Gran Congreso Anfictiónico convocado por el jefe Supremo de las Campañas Libertadoras, Bolívar. El Libertador no quería a los EUA en el Congreso de Panamá . ¿Quién lo invitó? pues Francisco de Paula Santander. Y Holanda, “coleada”, como decimos aquí.

¿Por qué estaban esos países allí, si se trataba de una Unión Militar Americana (o sea, Latinoamericana)? Temían perder sus zonas de influencia, querían conocer los planes y ver cómo afectarlos. Sin embargo, al final razones distintas impidieron la presencia de los EUA, pero la invitación de ese país, a espaldas de Bolívar, sí sirvió para demostrar la vena traidora que tenía Santander, su falta de compromiso real con la Unión.

El Libertador argentino Monteagudo fue uno de los más entusiastas promotores de la Unión Americana y del Congreso de Panamá. Años después, Monteagudo fue vilmente asesinado por la espalda, en Lima, al igual que lo fue en Berruecos, ese gran cumanés, el Libertador Sucre ¿Por quiénes? Por los traidores divisionistas, federalistas, que muy pocos años después serían la guardia pretoriana de nuestros oligarcas y celadores de los intereses de GB primero y de los EEUU después. Liberales circunstanciales devenidos luego en conservadores de derecha.

Para 1826, los esfuerzos unionistas empezaron a perderse…. Pasó, en efecto, lo que nuestros Libertadores jamás quisieron: la América española se dividió en 20 republicas…Decidimos ser republiquitas, pudiendo haber elegido ser una Patria Latinoamericana. Somos quizá la única región-nación del Mundo, culturalmente hablando, pero estamos ciegos e idiotizados, por gusto, conformismo, laxitud y egoísmo de nuestras élites conservadoras.


Miranda, O´Higgins, Artigas, Monteagudo, Sucre, Bolívar, San Martín, Josefa Camejo, Manuela Saenz, etc…he allí a nuestros Padres (y Madres) Libertadores (as).

¿Y como terminaron? O exiliados o muertos, algunos de ellos en la miseria más absoluta. ¿Y los otros “Libertadores”? Murieron ricos, con grandes haciendas regaladas por sus mecenas conservadores…también llegaron a ser Dictadores como el traidor Páez o Presidentes intermitentes, como los Monagas.

Nuestros Padres Libertadores eran anti-nacionalistas y al mismo tiempo eran nacionalistas ¿como es posible?

Pues…ya fueran centralistas o confederacionistas, estaban en contra de que las particularidades de los Estados nacientes se impusiera por encima de la Patria Grande. Lo triste es que la derecha y su plataforma mediática nos venden el imaginario de que eran antinacionalistas en el sentido de que se oponían a que tuviéramos un lugar en el mundo. Sí querían para nosotros un lugar en el mundo. Por algo decía Bolívar: “falta equilibrio entre los dos Hemisferios”. Y como siempre, sus dotes proféticas han resultado ciertas.

¿ Nos ha traído algún bien la división, la fragmentación? Nosotros tenemos vocación para la Unidad. ¿qué nos ha pasado?

Patria Latinoamericana, ¡Despierta ya, que estamos viviendo una pesadilla de pobreza, marginación y exclusión!